¿Qué palabras estás escuchando?

¿Qué palabras estás escuchando?

Cada palabra que recibimos de una persona importante e influyente en nuestra vida, tiene poder para cambiar nuestro destino. ¿Qué palabras estás escuchando?

Reflexiona en este versículo

«Simón Pedro le contestó: —Señor, ¿a quién podemos ir? Tus palabras son palabras de vida eterna».

Juan 6:68 | Dios Habla Hoy

Las palabras son lo unas de las expresiones más importante de la vida. Ellas tienen el poder de impulsarnos o de frenarnos; ellas pueden levantarnos o enterrarnos.

Cada palabra que recibimos de una persona importante e influyente en nuestra vida, tiene poder para cambiar nuestro destino.

Esto fue la vivencia de los discípulos; ellos se encontraban entre las palabras dadas por los fariseos y las palabras que ahora recibían de Jesús. Los fariseos eran los influyentes religiosos, pero que conducían al pueblo a un camino errante; en cambio Jesús, el hijo de Dios, que es el camino, la verdad y la vida, conducía a vida eterna.

Pedro, al igual que sus once compañeros, debían tomar una decisión: ¿A quién vamos a escuchar? A quien ellos escucharan, esas palabras darían paso a un camino por delante, los conduciría a un destino; y su elección fue escuchar a Jesús.

Llega un momento en nuestras vidas que debemos tomar la decisión de a quién escucharemos, podríamos seguir escuchando las voces que nos dicen que no podemos, que siempre seremos unos fracasados, unos perdedores, unos «sin remedio» y esto determinaría un destino común entre muchos; pero si tomamos la decisión de escuchar a Jesús, sus Palabras producirán en nosotros transformación, cambio, renuevo. Lo que estaba muerto vivirá, lo que estaba detenido, reiniciará; lo que estaba caído se levantará; todo cambiará al rumbo de lo eterno y será protagonizado por el Señor de lo imposible, Jesús.

Toma un tiempo para orar

Padre, mi deseo es poder escucharte con atención. No quiero escuchar las voces del pasado, las voces que me perjudican y me conducen al mal. Te quiero a ti, tus palabras las quiero en mí, pues ellas son palabras que producen vida. En el nombre de Jesús, amén.

¿Este devocional fue de bendición para ti?

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