Cuando Jesús nos habla, lo hace desde su abundancia eterna, no de desde nuestra limitación natural. Su instrucción desde el cielo demanda acciones de fe aquí en la tierra: ensancha, despliega, alarga y refuerza ¡No te limites!

Estos son comandos de autoridad que Él nos pide que ejerzamos en fe, con esfuerzo, dedicación, confianza en Su Palabra, sin dudar, para preparar lo natural, el lugar (la casa, el emprendimiento, la empresa, el ministerio, la familia, etc), que será una plataforma donde descenderá lo sobrenatural hablado por Dios.

Nuestras limitaciones nunca limitarán a Jesús. Contra todo pronóstico, Él desea nuestro crecimiento y por esto, nos inspira a través de una Palabra y por medio de su Espíritu Santo para:

1. Sacarnos de la zona de confort, la comodidad, la complacencia y llevarnos a vivir una FE QUE LOGRA GRANDES COSAS.
   
   
2. Impulsarnos a ACCIONAR A TRAVÉS DE LA FE; ensanchando, expandiendo y haciendo crecer nuestra vida en todos los ámbitos.
   
   
3. Aprender que en cuanto a la fe ¡NO HAY LIMITES! Tanto como podamos llegar a creer, podremos llegar a alcanzar en Él, pues para el que cree, TODO le es posible.

Aquí cabe una pregunta: ¿Nuestra fe está siendo escuchada por los discursos que damos o está siendo vista por las acciones que tomamos?

¡Hey! nosotros SOMOS LA GENERACIÓN PROTAGONISTA del Evangelio de Poder. Lo que nosotros hagamos o dejemos de hacer será nuestra marca indeleble en la humanidad en esta temporada de la historia.

Que nuestra fe no se límite a grandes discursos y pocas acciones; más bien que pueda ser vista con grandes acciones que dejen una huella palpable de la fe para la posteridad. 

Que se pueda llegar a decir de nosotros como se habló de la iglesia primitiva, que fuimos los Felipe, los Esteban, los Pablo de este tiempo, que trastornaron la historia por su fe en acción. 

Hagamos pues en fe lo humanamente posible que nos toca sin limitarnos, para ver a Jesús obrar sobrenaturalmente como lo ha prometido. 

¡Sin fe es imposible agradar a Dios!