Con nada, pero a la vez con todo
«Ya no recuerdes el ayer, no pienses más en cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer. Voy a abrir un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril».
Inicio > Devocionales > Temporada 3 >
Compartir
Entérate...
Hallar a Cristo, es hallar la Luz de la vida.
Hallar a Cristo, es hallar la Luz de la vida. Él es la Luz de los hombres. Todo aquel que se acerca a Jesús, será iluminado por su Amor y su Gracia.
Por su infinita misericordia
Nuestra vida tiene por delante, capítulos por ser escritos, nuevas oportunidades para hacerlo mejor, pero nunca olvidemos que es por su infinita misericordia
Incienso agradable
Nuestro incienso agradable es anhelado por el Padre, mucho más de lo que nosotros le anhelamos a Él. Nuestro Padre siempre nos espera en el lugar íntimo.
Con nada, pero a la vez con todo
«Ya no recuerdes el ayer, no pienses más en cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer. Voy a abrir un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril».
Dios tiene algo nuevo delante de nosotros, pero…
¿Podremos entrar en lo nuevo si nuestra vida está anclada a lo viejo? ¿Habrá forma de ver lo nuevo de Dios si nuestra fe ya no cree lo suficiente ¿Podríamos accesar a lo nuevo si ya no confiamos en una nueva oportunidad de Dios?
Si nuestro corazón está anclado al pasado, actitudes, lo viejo tóxico o simplemente a la insatisfacción de no ver cumplido un anhelo, esto nos aleja de lo que Dios quiere para nosotros y no podremos accesar a lo nuevo hasta no estar preparados realmente para ello.
Sea que el ciclo pasado haya sido bueno o quizás no tanto, es imposible poder entrar en lo nuevo de Dios si aún abrazamos lo viejo con frustración, pena, luto, insatisfacción, etc. Si vamos a entrar en una nueva temporada, al nuevo ciclo que Dios tiene para nuestras vidas, debemos hacerlo «con nada», pero a la vez «con todo».
«Con nada», de lo viejo que nos pueda anclar a la derrota, a paralizarnos, a vivir dolídos, insatisfechos, reacios, duros, tercos, hostiles, nada de pensamientos del pasado que nos detenga; por lo tanto nos frustre y nos vuelva incapaces de recibir formación, haciendo que los que nos rodean sean contagiados de una atmósfera que generamos tóxica, aniquila sueños y mata esperanzas.
Debemos entrar a esta nueva temporada «con todo», con todo nuestro corazón, con toda nuestra fe, con determinación inquebrantable, con ánimo creciente, con esfuerzo inagotable, con gozo renovador y con confianza firme, de que Dios está haciendo algo nuevo, aunque no lo veamos.
Definitivamente debemos dar un cierre absoluto al pasado, si queremos abrir la puerta con la confianza de lo que Dios quiere hacer, y así poder ver un comienzo glorioso, una nueva temporada de grandes cambios y crecimiento inesperado.
Toma unos minutos para orar
Dios y Padre, agradecido estoy porque hasta este día tu mano me ha sostenido y me ha guiado por senderos misteriosos. Muchos senderos desconocidos, inesperados, difíciles, pero entiendo que han sido propicios para mi formación. Hoy decido soltar lo viejo conocido, para entrar en lo nuevo por conocer. Me aferro a la fe de que tu tienes una temporada mejor que lo vivido para mi y los míos. En el nombre de Jesús, amén.