No temas ni desmayes
«Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas».
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Los desafíos
Todos los desafíos que enfrentamos en nuestra vida tienen beneficios. Detrás de cada desafío está la mano de Dios para enseñarnos a confiar en Sus promesas.

El eco de nuestra generosidad
El eco de nuestra generosidad reflejará en nuestras vidas qué tanto estamos siendo instrumentos de bendición en manos de Dios para con otros.

Despertar de la iglesia
Cuando la iglesia se encuentra en un estado de adormecimiento, Dios trae un despertar de la iglesia, un avivamiento para restaurarla y llenarla de propósito.

No temas ni desmayes
«Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas».
El Señor ha enmarcado nuestras vidas en una serie de sucesos que se desenlazan dentro de temporadas. Cada temporada implica que nos enfrentaremos a nuevos desafíos, retos, enemigos, gigantes; aprenderemos más de nosotros y de los que nos rodean, sin contar con un sin fin de cosas propias de cada día.
Cada temporada será un camino desconocido por recorrer para nosotros; pero muy bien conocido por Dios. Debido a que Él como Señor conoce cada etapa de la temporada, nos quiere guiar para conquistar desde el principio al fin; así poder desalojar cada enemigo; derrotar cada gigantes; y darnos un rumbo de continuas victorias.
Estas victorias dependen de una Palabra dada por Dios y es importante entender que antes de entrar en una nueva temporada, el Señor siempre nos dará una Palabra; esta viene a ser un mandamiento que antecede las conquistas, nos advierte de lo que enfrentaremos y nos previene del futuro, con el fin de mantenernos firmes hasta llegar a la meta.
Es posible que en la temporada de hoy enfrentamos nos veamos con ganas de desfallecer; quizás queremos renunciar a causa de la adversidad; pero si estás leyendo este devocional, Dios quiere decirte que no olvides el mandamiento, es decir, la palabra que te dió; tampoco ignores la promesa que hay detrás de todo lo tienes al frente; Dios está contigo dondequiera que vayas y la victoria es segura.
El temor, el desmayar, tirar la toalla o retroceder, a menudo es el consuelo de aquellos que deambulan por la vida sin rumbo fijo, pero nunca de los hijos de Dios.
A los que amamos a Dios, todas las cosas nos ayudan para bien (Rom 8:28). Él nos permitió entrar en la temporada en que estamos, él pues nos ayudará, nos sostendrá, nos prosperará y nos hará conquistar lo que nos ha entregado.
¡No temas ni desmayes! Dios es por nosotros.
Toma unos minutos para orar
Padre, hoy quiero pedir tu ayuda en este caminar. Tu más que nadie puedes conocer los desafíos de esta temporada. Que la asistencia de tu Santo Espíritu me guíe como tu hijo (a) y me mantenga enfocado en la palabra que me diste. Fortalece mi fe, cambia mi temor en valentía y no permitas que desmaye, más bien dame determinación para llegar a la meta. En el nombre de Jesús, amén.