Que toda la gloria se la lleve Él
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Hallar a Cristo, es hallar la Luz de la vida.
Hallar a Cristo, es hallar la Luz de la vida. Él es la Luz de los hombres. Todo aquel que se acerca a Jesús, será iluminado por su Amor y su Gracia.
Por su infinita misericordia
Nuestra vida tiene por delante, capítulos por ser escritos, nuevas oportunidades para hacerlo mejor, pero nunca olvidemos que es por su infinita misericordia
Incienso agradable
Nuestro incienso agradable es anhelado por el Padre, mucho más de lo que nosotros le anhelamos a Él. Nuestro Padre siempre nos espera en el lugar íntimo.
Que toda la gloria se la lleve Él
¡Yo soy el Señor! Ese es mi nombre y no daré a ningún otro mi gloria, no compartiré mi alabanza con ídolos tallados.
A lo largo de las Escrituras y a través de los hechos desde el Génesis hasta el Apocalipsis, Dios nos deja ver que “Él es Señor” y que “no comparte su gloria con ningún otro”.
Esto suena bien y se ve claro a través de las hojas de la Biblia, pero ¿Qué tal en nuestra vida? ¿Estamos viviendo de tal forma que solo buscamos darle la gloria a Él?
Él es un Dios personal, y a través de esa vida íntima con Él, nos desarrollamos y crecemos en el conocimiento de su grandeza, poder y amor.
Suele pasar que vivimos etapas de transición, de procesos difíciles, momentos de crisis, donde necesitamos un brazo extendido de parte de Dios en la tierra: el pastor, el líder, el hermano, alguien en quién apoyarnos a través de un consejo, de una oración ó un mensaje.
Esto es de bendición cuando viene dirigido por Dios. Todo se da de tal forma que quedamos sorprendidos, la hora, el lugar y el mensaje, parecen coincidir con una agenda divina y damos gloria a Dios por eso.
Pero en otros momentos no es así, parece que mientras más nos “empeñamos” en buscar ese instrumento divino, para que nos dé un mensaje, que estamos seguros que necesitamos, o quizás que ore, o nos libere, es cuando menos fluyen las cosas. ¿Te ha pasado?
Eso quiere decir que nuestro Dios y Señor, ese que nos salvó y dio su vida por nosotros, quiere que fijemos nuestra mirada única y exclusivamente en Él. Ese mensaje, la restauración o liberación necesaria, nos están esperando en Su presencia, en la intimidad, y cuando lleguemos a ese lugar será desatado a nuestro favor lo que necesitemos.
Él conoce nuestro corazón, y lo que necesitamos. En nuestro afán de buscar salir de los procesos a través de la mano de terceros, se nos olvida que es Dios, el Todopoderoso, que nos ha permitido entrar allí y es de Su mano que podremos salir.
Si nos rendimos ante Él, divinamente se dispondrá de los instrumentos necesarios, no los que queremos, sino los que Él quiere y ha dispuesto, para que todo obre para bien en medio de nosotros y toda la Gloria se la lleve nuestro Señor.
Toma un tiempo para orar
Mi Dios amado, ahora entiendo que en medio de mi proceso la gloria es solo para Ti. Por eso, te pido perdón por todas las veces que he puesto la mirada en el hombre y no en Ti. Hoy pongo ante Ti, mi Jesús, esta situación que estoy viviendo y te pido que me ayudes a seguir adelante y no desmayar. Yo sé que para Ti nada es imposible y confío en que a Tu tiempo me darás la victoria y Tuya será toda la gloria. Amén.